Considerado como el Santo Franciscano, es conocido por los maravillosos milagros que ha realizado en todo el mundo, como ser entendido por los peces, haber estado en diferentes lugares al mismo tiempo, ser visitado por el niño Jesús, entre muchos otros milagros. La historia de San Antonio de Padua se encuentra llena de muchas bendiciones, sacrificios y fe, recordándonos que todo lo que pidamos a Dios en oración y con confianza lo conseguiremos.
Historia de San Antonio de Padua
Nació en el año 1.195 en Lisboa con el nombre de Fernando Martim de Bulhões e Taveira Azevedo, descendiente de nobles franceses, su familia nunca estuvo de acuerdo con su vocación, lo que lo llevó a renunciar a su herencia para poder continuar por el camino de la fe.
Desde muy joven se consagró a la Santísima Virgen para que lo mantuviera puro y alejado de las tentaciones carnales, en 1.221 fue admitido en la Orden Franciscana y allí inicia su hermoso recorrido en los caminos de Dios y cambia su nombre a Antonio en honor a San Antonio Abad.
San Antonio de Padua fue un sacerdote y teólogo portugués, reconocido como santo y doctor de la Iglesia Católica, poseía una capacidad de predica tan inigualable que fue considerado como el “Arca del Testamento” por Gregorio IX.
Durante la historia de San Antonio de Padua se relatan diferentes sucesos milagrosos atribuyéndole dones de Santo, tuvo una salud bastante quebrantada, llevándole a una temprana muerte el 13 de junio de 1.231 a la edad de 35 años.
Un año después fue canonizado por la Iglesia católica, fue el segundo santo canonizado más rápido en la historia.