Un hombre de costumbres correctas, con un temple sin igual, que aún bajo las amenazas de un régimen déspota y tiránico como el del General Juan Vicente Gómez, se convirtió en uno de los personajes más queridos de la sociedad caraqueña de principios del siglo XX, un doctor que se caracterizó por sus obras de buena voluntad, su excelente desempeño como médico del pueblo y con una fe inquebrantable.
El Siervo de Dios, el Dr. José Gregorio Hernández, nació el 26 de octubre de 1864, en un pueblito del estado Trujillo llamado Isnotú, lugar donde hoy en día se encuentra su santuario. Era el mayor de 6 hermanos, se crio en ese pueblo trabajando con su padre en una pequeña pulpería que le servía de sustento a la familia. Su madre falleció cuando él tenía solo 8 años y entre él y su papa, sacaron adelante a sus hermanos. Estudio medicina en Caracas y luego en Paris, pero se dedicó a ayudar a su gente en su pueblo natal que sufría calamidades y no tenían medicinas ni médico que les atendiera. Murió en Caracas, el 29 de Junio de 1919, víctima de un arrollamiento.
A José Gregorio Hernández se le atribuyen cientos de milagros de salud, curaciones inexplicables y sanaciones extraordinarias, inclusive probadas con exámenes médicos posteriores a la recuperación, donde hasta se ha visto su imagen plasmada sin que la ciencia pueda explicar cómo fue que apareció allí.
Oración a José Gregorio Hernández por la sanación
Oh Dios Todopoderoso y Eterno, que has colmado de bendiciones a tu siervo José Gregorio Hernández
y que le has concedido el don de curar y apacentar a los desvalidos
y plagados por enfermedades,
concédeme que por su intercesión milagrosa, reciba tu gracia y bendición,
derramando a través de su presencia tu divina providencia para la sanación de mis males que tanto me aquejan.
Para gloria tuya y veneración suya por los siglos de los siglos.
Amén.